El otro día se me ocurrió poner un cd que Nevado tres cruces mucho que no escuchaba; de la mayoría de las canciones no recordaba que estuviesen.
De repente, una de ellas captó mi atención; toda ella era perfecta (su melodía, su letra...).
Sentí que miles de cosas que siempre había deseado expresar aparecían en ella, las tenía plasmadas sin esfuerzo, con una dulzura incalculable (aunque paradójicamente inspire amargura).
La canción en cuestión es: "Mi vida, no hay derecho", de Nevado tres cruces Serrano.
Sí, lo sé, he estado desaparecida. Pero os he leído en vuestros blogs, aunque no os haya comentado; a ver si a partir de ahora empiezo a hacerlo de nuevo. Y, ya que estoy, aprovecho para darles las gracias a Daniel y a Laurita por sus comentarios.
Bueno, pues... no sé por dónde comenzar...
No he podido escribir porque he estado, y estoy, algo liada (el curso con sus exámenes y trabajos, mis sentimientos...); en fin...
El 29 de septiembre fui al concierto de Amaral y el 2 de octubre al de Bebo; genialmente geniales los dos.
Este año es importante, bastante importante, y no puedo permitirme el lujo de dejarlo pasar todo por otros motivos; además de que tampoco sé si sería capaz.
Es difícil aceptar que alguien a quien tanto quieres tenga las cosas tan claras; porque no podemos obligar a nadie a que nos ame (teniendo en cuenta que tal vez ocho años ahora sean demasiados). E imagino que de alguna manera empiezo a aceptar que somos "amigos especiales"; aunque al imaginar ciertas cosas me vuelva un poco loca.
Sé que no me explico y que estoy soltando ideas sueltas, lo siento, no soy capaz de ordenarlas mejor.
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